Da gusto bajar a la plaza y encontrarse con Marcos Álvarez; el chaval de los pies mágicos, el que todo lo plancha. Él consigue hacer de cada sesión de patín una fantástica tarde de risas, engorile, caídas tontas y muchos, muchos trucazos caídos con una facilidad que asusta.
Ayer mismo, mientras Marcos ponía en marcha su maquinaria, le robé un par de trucos salidos de la nada.
Aquí os los dejo, no tienen desperdicio.
Y a todo esto yo me pregunto... para cuando una ayudita de calzado para este destroza zapas?
GuiriKnows!
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