Llevo días pensando y dándole vueltas a lo que se ha convertido GuiriKnows! con el tiempo... y me he dado cuenta de que ya no elaboro tanto contenido propio como lo hacía antes; ya sea por falta de tiempo o simplemente por la evolución natural de las circunstancias.
Y sinceramente, es algo que me hace estar incómodo conmigo mismo. Una parte de mi echa de menos ese blog elaborado con engorile y pasión, en el que hablaba de cualquier cosa que me apasionara; ya sea de un gráfico nuevo o un review de un vídeo largo... cosas así.
Es por eso que he decidido empezar esta sección que durará hasta que mi tobillo se recupere. Se trata (como habrás podido imaginar por el título) de un diario en el que narraré mis pensamientos y sensaciones a lo largo de todo el proceso de recuperación. Que espero que sea corto.
Dar un giro de este tipo al blog es un tanto arriesgado, lo sé. Desconozco si el lector actual de la web desea o no este nuevo enfoque, pero es algo que debo hacer ya que me lo pide el alma. Necesito, en cierto modo, volver a engorilarme con pequeñas cosas y compartirlo con el mundo. Quizá, otras personas en mi misma situación encuentran, ni que sea, un poco de empatía y apoyo con todo esto que nos espera.
Día 1. El Golpe
Todo ocurrió ayer sábado, por la mañana, con sólo un café y un par de galletas en el estomago. El cielo estaba nublado, pero aún así el cuerpo me pedía salir a patinar. Decidí ir al skatepark de Les Corts (siempre me ha parecido curioso que lo llamemos así cuando en realidad no está en Les Corts... sino en L'Hospitalet; digan lo que digan y se pongan como se pongan), hacía tiempo que no iba y sabía que allí abría gente a lo suyo que me harían compañía. Raras veces patino absolutamente solo.
Llego feliz y contento de haber tomado el metro. Son sólo dos paradas, pero me gusta cogerlo porque la parada más cercana está en la cima de una colina y el downhill hasta el skatepark es muy agradable. Dejo mis pertenencias en el banco como de costumbre, saludo a un par de chavales que establecen contacto visual conmigo y me pongo a patinar.
Todo iba sobre ruedas (nunca mejor dicho); había hecho los trucos que yo considero infallables para calentar las piernas y le estaba pillando el gusto a eso de derrapar de espaldas.
No suelo hacer muchos grinds (ni slides), no es algo que me haga sentir cómodo cuando patino, así que directamente los evito y listos. Me gusta más patinar otras cosas y hacer otro tipo de trucos... Cada uno con lo que mejor le salga. Pero ayer me apetecía jugar con el bordillito, así que me puse a hacer 50-50 (que es el único truco de grind que tolero; a parte del 5-0 a veces). Todos salían fácil; así que decidí practicar un truco que no caía desde que fuimos a Berlin: frontside 50, no-comply shove-it out. Encaré el bordillo, hice el 50-50 largo y justo al apoyar el pié delantero para impulsar el no-comply noté un pinchazo de lo más agudo. Me lo torcí de mala manera.
Un rato en el suelo apretando los dientes, otro ratito más apoyado en el muro con ganas de vomitar y antes de que me diera cuenta ya estaba en el hospital echando carreras con la silla de ruedas.
El resultado ha sido un esguince de segundo grado y un montón de dudas. Es la primera vez que me hago tanto daño patinando y todo esto es nuevo para mi. Me he jodido la rodilla, el talón y los tobillos, pero nunca antes de este modo.
Aún no acabo de ser consciente de lo que me acaba de ocurrir ni de todo el tiempo que necesitaré para estar al 100%, pero hasta el momento no me entrado ninguna bajona anímica a destacar. Lo enfoco con tranquilidad y sin prisas; que un tobillo mal curado es garantía de molestias para toda la vida. Y no me da la gana.
Me gustaría dar las gracias a mis padres por socorrerme y a Roger por las muletas y la empatía mostrada (
él sabe de sobras qué es eso de tener un esguince). También comentaros que podéis seguir el
struggle por SnapChat y así ahorraros el leer tanto. Usuario: gkmonopoly.
GK!